lunes, 5 de mayo de 2008

SED DE ARTE, SED DE MODA, SED DE INSTALACIONES





El calor de la primavera en la ciudad de México, provocó sed de arte en curadores de museos del Centro Histórico –uno de los lugares más calurosos de la ciudad-.

En el museo Franz Mayer, se encuentra la exposición temporal de una artista de la moda y el textil, Marimekko. La marca  le encargó una colección de telas, prendas y accesorios a la curadora en jefe de la exposición, la finlandesa Marianne Aav quien se encontró en México en finales de enero y principios de febrero para realizar su trabajo.

La muestra, cuando entras, es como una Parisina –la tienda de telas por tradición- surrealista; cuelgan grandes metros de tela con estampados variados muy originales. Maniquíes visten prendas nacidas en la década de los setentas, de un material único  y repetido en todas ellas: lana plisada.

El logo de la exposición son flores tipo amapolas, nada novedoso en su dibujo y colores; estas mismas están plasmadas en un muestrario de tela y en vasijas. De la colección, una triada de vestidos claroscuros son muy llamativos por la sobriedad de los cortes y la textura de la lana con que están confeccionados.

La continuación de la exposición de Marimekko es una repetición de materiales y estampados, colinda con una selección de objetos convocados a realizar a universidades como: Iberoamericana –de donde surgieron los famosos Pineda-Covalín y cuyo fuerte económico no es la venta de sus prendas sino de las artesanías que distribuyen internacionalmente-, Anáhuac, UNITEC y la escuela de diseño del INBA.

¿RECOMENDABLE? Sí, pero has caso omiso al cinturón de miseria y podredumbre que rodea al museo, y apúrate, porque está por cerrar en mayo.

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