sábado, 12 de julio de 2008

Por primera vez en mi vida toque un bolso Vuitton




Por primera vez en mi vida toque un bolso Vuitton. Aún estoy muy lejos de comprarme uno. Mis prioridades desbancan un poche documents de LV; pagarme una especialidad, terminar de reparar mi cara –acné en última etapa-, reparar mis dientes, revisar que va mal en mi sistema digestivo, averiguar porque me duele mi hígado, pagarme un mapa astral que me diga que onda con mi vida, hacerme una lobotomía que termine con las migrañas que me atacan, finalizar el tratamiento con el psiquiatra; en fin, muchas cosas antes que dar seis mil y algo de pesos a LV.

Lo más que puedo hacer por tener un LV (en las manos), es visitar la boutique, pedir a la chica Vuitton que muestre el bolso y evitar comprarlo una vez que lo tienes, ya que estas chicas, de verdad, hacen hasta lo imposible porque salgas de LV con algo más que un llavero de cinco mil pesos –son capaces de gestionarte créditos extraordinarios en American Express-.

Llegué preguntando por el bolso jokes. La chica que de mi mal inglés entendió que pedía ver el bolso estampado con el panda simpático de Takashi Murakami, decepcionó mi petición, y justo estaba por correr, cuando entendió mi pregunta y me pidió esperar.

¿Me odiarán por pedir algo que no compraré? ¿Qué si me fichan para nunca poder entrar a ninguna sucursal Vuitton del mundo? –Con la devaluación del dólar, en París, los extranjeros te pagaban una comisión por comprarles bolsos; a ellos, se les tenía prohibido por haber excedido su límite de compra: cinco bolsos-.

Mi cabeza estaba a segundos de sufrir un ataque de migraña cuando wuau, llegó, más bien, llegaron. Uno con doble cierre, el otro con un cordón sujetador únicamente. Mi exultación era incomparable; es de esos momentos que recordarás por siempre. Llegué a llorar, poquito, pero lo hice.

Parecía que estaba en un examen de conocimiento fashionista. A cada pregunta que hacía a la chica V, me adelantaba a contestar y sorpresa, ninguna fallé. Precio, artista de la colección, historia… todo (creo que de cierta forma, esta omnisciencia modística, evitó que la chica sellara mi frente con algo como: jamás le permitan la entrada, es un pobre sin futuro).

El final llegó y había sobregirado mi crédito de preguntas. Lo razonable era salir, dar las gracias y secar el sudor de mi frente como resultado de emoción y pena por no comprar nada.

Qué bien se siente tener un bolso LV en tus manos, es como una buena cirugía: te hace sentir la persona más segura del Universo. Algún día lograré mi sueño capitalista que tengo en la lista de sueños por cumplir, en donde, encontrar al amor de mi vida, es el número 1. Y lo haré, ambas cosas las lograré.

miércoles, 9 de julio de 2008

PRADA OFTALMÓLOGA

En mi necesidad de pertenecer a una mancha urbana conocida como los gafapasta, y mi dolor a ver mediocremente en unos armani´s tan viejos como el diseñador mismo, me decidí por estos Prada. Se los compré a mi amiga Miuccia y son geniales.

PUNTA DEL CIELO, Y NO ES BROMA



Hace años, cuando vivía en el clímax de mi pasión starbuckiana, llegó a mi la historia de Pablo González Cid. Con Punta de Cielo como su empresa, que para unos es la defensa mexicana a la cadena de la sirena estrellada, tuve la más ingente experiencia de sabor en un café tan novedoso, que incluía aromas en si mismo, como vainilla y nuez.
Lo más reciente de Punta de Cielo, es una selección sibarita que está restringida a los paladares más exquisitos. Esta mezcla de Oaxaca es.... indescriptible. Divide tu boca en dos: lengua y paladar; y el sabor irá de un lugar a otro sin vacilar, romperá con todo lo que sentías como café. Único.

domingo, 6 de julio de 2008

God was born a bag.

This blog is turning a bag blog, but, what can I do when a wonderful piece like this has been made. Mr. Lagerfeld is a master and english fanatic.

domingo, 22 de junio de 2008

jueves, 19 de junio de 2008

EL LEÓN RUGIÓ

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En una sesión de messenger tecleé lo siguiente: "México claro que es clasista Leonardo, si estás donde estás es porque eres hijo de Enrique Kraze". Esta fue la chispa que prendió la pólvora anímica del letrado León Krauze para que durante su programa en W radio, arremetiera contra mi cuenta -al final, terminó por marcarme como persona no grata- y dijera, entre otras cosas: que soy un ignorante, mala vibra; que debía documentarme antes de hablar, que tenía un malviaje al escribir enunciados rebuscados y que primero estudiara y despues abriera la boca.
León, querido, respeto a todo el clan Krauze y si dices que el apellido te ha cerrado puertas, te creo. Pero no taches de estupido mi comentario que expresé en tu programa. Pese a todo, considero que eres una excelente persona y lamento lo explosivo de nuestra conversación.
pd. La locutora que te acompaña hace aburrido y un poco tedioso a tu informativo.